Aunque en el México independiente, de mediados de siglo XIX, no existía un partido monarquista, cierto sector del partido conservador tenía la idea de que la mejor opción para la nación mexicana, atribulada por múltiples problemas, era la imposición de un gobierno monárquico.
Los intentos por establecer una monarquía en México databan desde 1840, cuando José María Gutiérrez de Estrada hizo la propuesta al entonces presidente Anastasio Bustamante. Ante el rechazo de su iniciativa Estrada se exilió en Europa sin cesar en el empeño de implantar esta forma de gobierno en México. Hacia 1858, Francia e Inglaterra ya se habían ocupado del asunto, sus intenciones eran consolidar un gobierno fuerte, en México, que fuera capaz de detener las ambiciones expansionistas de los Estados Unidos.
El Archiduque Maximiliano de Habsburgo
El ofrecimiento de la corona de México a Maximiliano de Habsburgo
El primer candidato al que se le ofreció la corona fue el duque de Aumale, pero éste la rechazó, luego, cuando las fuerzas de Francia, España e Inglaterra se hallaban en Veracruz -debido a la suspensión de pagos que ordenó Juárez-, los monarquistas mexicanos residentes en Europa, apoyados por Napoleón III, pensaron en ofrecerle al trono al Archiduque Maximiliano
Según Francisco de Paula y Arrangoiz, quienes iniciaron las negociaciones con Maximiliano fueron José Manuel Hidalgo, Gutiérrez de Estrada y Juan N. Almonte. Maximiliano escuchó la proposición y condicionó su aceptación a tres factores: que el pueblo mexicano se lo solicitara de manera oficial, que lo aprobara su hermano el emperador de Austria y que Francia apoyara el proyecto hasta su consolidación.
Mientras tanto, en México se iban dando los hechos para la implantación de la monarquía. El ejército liberal, que sostenía al presidente Juárez, había sido derrotado por las fuerzas conservadoras y francesas, y el poder ejecutivo había recaído en Juan N. Almonte, Pelagio Antonio de Labastida y Mariano Salas. Hacia julio de 1863 se instaló una Junta de Notables para decidir la forma de gobierno que adoptaría el país.
La Junta de Notables determinó que la nación mexicana adoptaba la monarquía moderada como forma de gobierno y que se proponía a Maximiliano, archiduque de Austria, la corona del naciente imperio para él y sus descendientes. Entre tanto, el poder ejecutivo se entregaría a la Regencia del Imperio Mexicano.
Su nombramiento como emperador de México
La Comisión nombrada por la Regencia para llevar oficialmente el ofrecimiento de la corona a Maximiliano fue recibida el 3 de octubre de 1863 por el archiduque. La aceptación definitiva no ocurrió de inmediato, tuvieron que pasar algunos meses hasta que, finalmente, el 10 de abril de 1864, en el Castillo de Miramar, Maximiliano fue nombrado emperador de México.
La partida de los jóvenes emperadores -Maximiliano tenía 32 años y Carlota, su esposa, sólo 24- se fijó el 14 de abril. A fines de mayo, la fragata austriaca "Novara" llegó a Veracruz, iniciando así la aventura que, como sabemos, llevaría al archiduque a la muerte.