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jueves, 19 de abril de 2012

La batalla del 5 de mayo de 1862


Disuelta la Convención de Londres, el 9 de abril de 1862, y retiradas las tropas de España e Inglaterra del país, inician las acciones militares entre el ejército francés y los mexicanos. La batalla principal en esta primera etapa de la invasión se libró en las afueras de Puebla, en donde el ejército francés sufrió una derrota inesperada. 




                                     General Ignacio Zaragoza
                                     www.es.wikipedia.org



Lorencez marcha de Orizaba a Puebla

Hacia el 8 de abril, Lorencez, comandante del ejército francés, aguardaba en Córdoba con la mayor parte de sus tropas. En lugar de retroceder hacia la costa veracruzana –como se estipulaba en los Preliminares de Soledad- los franceses marcharon a la vecina Orizaba con el pretexto de proteger a los soldados enfermos y hospitalizados en dicha ciudad.

El primer enfrentamiento ocurrió el día 19 de abril cuando una columna de patrullaje al mando de Félix Díaz, hermano de Porfirio Díaz, cruzó algunos disparos con un contingente extranjero. En la escaramuza murieron cinco soldados mexicanos. 

Para el día 27 de abril la columna invasora de seis mil efectivos tomó el camino hacia Puebla, un día después, en las cumbres de Acultzingo, se combatió por unas tres horas. Esta acción tenía como objetivo retrasar el avance francés. 

El día 4 de mayo Lorencez arribó al pueblo de Amozoc, en el valle de Puebla, mientras que el general Tomás O´Horán detuvo a las fuerzas del conservador Leonardo Márquez, que pretendía unirse a los franceses en Puebla.

Ignacio Zaragoza defiende la ciudad de Puebla 

Desde el día tres de mayo el Ejército de Oriente, al mando del general Ignacio Zaragoza, se había apostado en Puebla en los fuertes de Loreto y Guadalupe. En la madrugada del día cinco el enemigo emprendía la marcha hacia Puebla desde la población de Amozoc, al llegar a los fuertes iniciaron el ataque un poco antes de las doce del día.

Lorencez, confiado en la superioridad de su ejército trató de tomar el fuerte de Guadalupe, para lo que organizó varios ataques sucesivos que fueron rechazados por la fuerza mexicana. Al ver que la batalla se estaba inclinando hacia el bando defensor, Lorencez ordenó, hacia las cuatro de la tarde, la retirada de sus tropas. Todavía el general Porfirio Díaz persiguió por breve tiempo a los invasores hasta que se les ordenó retornar a su posición.

Según los reportes militares las bajas en ambos bandos fueron las siguientes: 

Ejército francés: 117 muertos y 305 heridos o dispersos

Ejército mexicano: 83 muertos y 232 heridos


Las consecuencias de la batalla


Lorencez no se retiró enseguida del valle de Puebla, pernoctó por algunos días en algunos sitios, como Amozoc, Tepeaca y Acatzingo, antes de emprender el regreso a la ciudad de Orizaba, en donde se estableció por varios meses.

Paulatinamente fueron ingresando al país varios contingentes de soldados franceses, y en el mes de septiembre de 1862 arribó al puerto de Veracruz el general Forey, quien se hizo cargo del ejército. 

La batalla de Puebla tuvo varias consecuencias, por un lado, la derrota ante un ejército menos capacitado y con menores recursos hirió el orgullo francés y el prestigio de la milicia francesa quedó en entredicho en Europa. Por otro lado, la victoria mexicana demostraba que la mayoría del país respaldaba al gobierno de Benito Juárez.

Para efectos de la intervención, la victoria del 5 de mayo solamente retrasó el plan de imponer el sistema monárquico en México. A principios de 1863, cuando las fuerzas invasoras rebasaban los 28 mil soldados, reiniciaron la marcha hacia Puebla, ciudad que sería tomada después de una heroica resistencia de más de sesenta días.

viernes, 13 de abril de 2012

Cómo inició la Intervención Francesa en 1862


El año de 1860 finalizó con la derrota del ejército conservador en Calpulalpan. Podía decirse que la Guerra de Reforma terminaba, el presidente Benito Juárez pudo instalar su gobierno en la ciudad de México, pero esto no significó que los conservadores depusieran las armas. 

Después de tres años de guerra el país se encontraba en la bancarrota, en busca de remediar la situación el gobierno emitió un decreto, el 17 de julio de 1861, suspendiendo por dos años el pago de la deuda extranjera, medida que afectaba los intereses de Inglaterra, España y Francia. En este último país existía un vivo interés por México y la moratoria declarada por Juárez abrió las puertas para una intervención armada.




                         Mural: Juárez símbolo de la República contra
                         la Intervención Francesa
                         Antonio González Orozco, 1972
                         www.mnh.inah.gob.mx


 
El interés de los franceses en México

Desde varios años atrás algunos conservadores mexicanos -partidarios de la monarquía- exiliados en Europa buscaban, entre los miembros de familias reales del viejo mundo, algún candidato dispuesto a dirigir los destinos de México. 

Se sabe que en 1856 Tomás Murphy, ex ministro de México en Londres, escribió una carta a Napoleón III, emperador de los franceses, en la que exponía el peligro de que México fuera presa del imperialismo norteamericano debido, más que nada, a la anarquía que reinaba en el país. 

Después de la moratoria de pagos José Hidalgo –uno de los monarquistas más destacados- se entrevistó con el emperador francés para expresarle que era el momento de intervenir en los asuntos de México. Napoleón le contestó que lo haría siempre y cuando participara Inglaterra. En la conversación se mencionó al archiduque Maximiliano de Habsburgo como candidato a ocupar la corona mexicana. 

La Convención Londres

Dadas las circunstancias pronto comenzaron las pláticas entre Francia e Inglaterra para tomar una decisión respecto a México. Inglaterra prefería involucrar a los Estados Unidos en lugar de España, quien a su vez pensaba actuar de manera autónoma.

Después de varias entrevistas se determinó que las tres potencias europeas actuaran unidas en tanto que los Estados Unidos declinaron participar en la operación por haberse iniciado la Guerra de Secesión en aquel país.

La Convención de Londres -firmada el 31 de octubre de 1861- tenía el objetivo de obligar a México a cumplir con sus compromisos financieros. Las fuerzas de los tres países coligados comenzaron a llegar a Veracruz en diciembre y para evitar enfrentamientos el gobierno de México optó por entregar el puerto a los aliados.

 México ofreció negociar, las primeras pláticas se realizaron en el pueblo de Soledad, cerca de Veracruz. Por México acudió Manuel Doblado, secretario de Relaciones Exteriores, y por la Convención, Juan Prim, conde de Reus. Los acuerdos que se tomaron, conocidos como Preliminares de Soledad, implicaron el reconocimiento de Juárez como presidente de México, el traslado de las tropas extranjeras a zonas templadas –para evitar enfermedades en el clima tropical- y el compromiso de iniciar negociaciones, el 15 de abril, para arreglar el pago de la deuda.

Para el mes de marzo de 1862 llegaron a México seis buques y más de cuatro mil efectivos franceses al mando del general Carlos Fernando de la Trille, conde de Lorencez. También llegaron, protegidos por el ejército francés, Juan Nepomuceno Almonte y otros monarquistas mexicanos, lo cual era indicativo de que Francia pretendía apoyar a los conservadores mexicanos que habían sido derrotados en la Guerra de Reforma.

Quedando claro el objetivo francés los aliados se reunieron el 9 de abril en Orizaba y dieron por terminada la coalición. Como último acto oficial, los aliados informaron que las tropas inglesas y españolas se retirarían del país y que el ejército francés retrocedería, según los Preliminares de Soledad, a un lugar cercano a la costa veracruzana para iniciar sus operaciones militares.

Inicia la intervención francesa

El día 12 de abril el presidente Juárez emitió un manifiesto anunciando a la nación el inicio de las hostilidades contra los invasores. Días después el alto mando francés y Almonte, autonombrado "jefe supremo de la república", lanzaron una proclama afirmando que la misión de Francia en México consistía en "labrar la felicidad de los mexicanos".

A partir de ese momento se inicia el conflicto entre Francia y México, el día 19 de abril se intercambiaron los primeros disparos en las cercanías de Córdoba. Posteriormente, pese a ser vencidos en Puebla, los franceses –y lo que quedaba del derrotado ejército conservador- consiguieron imponer un gobierno reaccionario que preparó el camino al fugaz imperio de Maximiliano.